Comprometerse con un príncipe tiene un caro precio. Y si no, que se lo pregunten a Meghan Markle. La actriz ha tenido que mudarse de Toronto a Londres, ha cambiado su agenda completamente y ha tenido que abandonar su faceta como actriz, entre otras cosas. Y a partir de ahora, además, dejará de tener contacto con sus seguidores. Esos que la admiraban por su trabajo en la serie ‘Suits’.
Y es que Meghan ha pagado ya el precio de su compromiso en redes sociales, teniendo que cerrar todos sus perfiles oficiales. Markle ya no tiene cuentas en Instagram, Twitter y Facebook. Una decisión que ni siquiera ha compartido con sus followers. El protocolo de la Familia Real ha hecho que sea ya el palacio de Kensington el que de la noticia. La novia del príncipe Enrique cerraba así sin previo aviso sus perfiles.
Falta de uso
“La señora Markle está agradecida con todos los que han seguido sus cuentas en redes a lo largo de los años”, dicen. Como explicación, aseguran que ha sido la falta de uso lo que ha llevado a deshacerse de ellas. “Como no ha usado estas cuentas durante un tiempo, ha tomado la decisión de cerrarlas”, contaban.
Sin embargo, todo apunta a que ha sido el precio a pagar en redes por su compromiso con el príncipe Enrique. El objetivo no es otro que evitar filtraciones. Y es que hace un tiempo, antes de anunciarse su compromiso, una foto de Meghan Markle en Instagram disparaba los rumores sobre la relación con el nieto de Isabel II. Un romance que entonces se mantenía en secreto.
Así, sus perfiles en Instagram, Twitter y Facebook ya están desactivados. En los tres, si se busca a la actriz, aparece ya la frase “usuario no encontrado”.
Un paso más y un precio a pagar por su boda con el príncipe Enrique. Ambos se casarán el próximo 19 de mayo en palacio de Windsor.