Ha sido una ceremonia sencilla e integradora. Como los propios novios querían. Y es que aunque dentro del protocolo, el ‘sí, quiero’ de Harry y Meghan Markle ha sido a su estilo. Miradas cómplices, siempre de la mano y un beso a su salida con el que han sellado su amor. La boda del año comenzaba a primera hora de la mañana, con la llegada de los invitados, algunos de ellos muy famosos.
Tras la llegada de todos ellos, el príncipe Harry aparecía, vestido con el uniforme de caballería, junto a su hermano, el príncipe Guillermo. Ambos entraban en la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor y se dirigían al altar. Allí esperaban la entrada de la novia.
Prince Harry and his best man The Duke of Cambridge arrive at St George's Chapel #RoyalWedding pic.twitter.com/FhWlR1ZPBX
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Antes que Meghan Markle, eso sí, la Familia Real. El príncipe Carlos, con un ya tradicional chaqué en gris, llegaba junto a su mujer, Camilla, vestida de rosa. La pamela de la duquesa de Cornualles no pasaba desapercibida.
The Prince of Wales and The Duchess of Cornwall are greeted by the Dean of Windsor as they arrive at St George's Chapel #RoyalWedding pic.twitter.com/2kDJhFs1dw
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La madre de Meghan llegaba vestida en verde manzana, con su piercig en la nariz y sus trenzas. Sin duda, ha sido la que más emocionada se ha mostrado durante toda la ceremonia.
Justo antes que la novia llegaban a la capilla la Reina de Inglaterra y su marido, el duque de Edimburgo. La soberana sorprendía por su abrigo y vestido, en tonos amarillo lima.
The Queen and The Duke of Edinburgh arrive at St George's Chapel #RoyalWedding pic.twitter.com/R5yOAe3gsb
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Acompañada por su corte de damas y pajes, Meghan Markle llegaba en coche sola. Se descubría entonces su vestido, el secreto mejor guardado. Un diseño para Givenchy adornado con una tiara que pertenece al joyero real desde hace más de 60 años. Con el velo por la cara, subía las escaleras sin ramo y sin padrino.
Ante la ausencia de su padre, Meghan decidía entrar sola a la capilla y recorrer parte del pasillo en solitario. A mitad de camino, el príncipe Carlos se unía a ella, ofreciéndole su brazo y llevándola hasta el altar, donde ya estaba el príncipe Harry.
The Bride moves in procession through the Nave where she is joined by The Prince of Wales #RoyalWedding pic.twitter.com/d9HrWsMjRt
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Nada más verse, se saludaban y el príncipe exclamaba “estás increíble”. Miradas cómplices, emoción contenida y muchas sonrisas de felicidad era lo que podía verse en la cara de los novios. La ceremonia, sencilla e integradora, con coro góspel incluido en honor a los orígenes de Meghan.
Algo nerviosos pero con la lección bien aprendida, prometían sus votos y se intercambiaban las alianzas, convirtiéndose así en marido y mujer.
The Archbishop leads the vows and the giving of the rings #RoyalWedding pic.twitter.com/861sNLbZD0
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The Archbishop of Canterbury joins the couple's right hands together and proclaims them husband and wife #RoyalWedding pic.twitter.com/4SQJdVQKB1
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Después de firmar su acta matrimonial y escuchar el famoso ‘God save the Queen’, los novios salían juntos de la capilla. Acompañados por la madre de Meghan, el padre y madrastra de Harry y los duques de Cambridge con sus hijos, los recién casados se daban el esperado beso.
The Duke and Duchess of Sussex gather with their family and friends outside the Chapel, and are greeted by 200 guests involved with organisations closely associated with the couple #RoyalWedding pic.twitter.com/b8vHcgq979
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Después, montados en calesa, hacían un recorrido de casi media hora para saludar a los miles de ciudadanos congregados para verles.