Ha sido la Asociación Unificada de los Guardias Civiles (AUGC) y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) los que han denunciado la “exclusión dolosa” y el “aislamiento” sufrido por ambos cuerpos durante la investigación y gestión del atentado de Barcelona, pese a que mostraron su apoyo a la labor de los Mossos.
#AUGC y SUP denuncian el aislamiento a las FFCCSS del Estado en la gestión del atentado de Barcelona https://t.co/LlFb8molXy
— AUGC Guardia Civil (@AUGC_Comunica) August 22, 2017
En un comunicado que han publicado también en Twitter, ambas entidades han manifestado que “la debilidad de las instituciones y de los responsables políticos” de España ha provocado que la “experiencia” y la “estructura” a nivel nacional de ambos cuerpos en el ámbito de la lucha antiterrorista, haya sido “marginada de forma dolosa en la investigación”.
Aunque desde la mayor parte de las esferas políticas se ha pedido que no se politice un hecho tan trágico como el de los atentados, los sindicatos policiales y de la Guardia civil han acusado a los responsables políticos de Cataluña de “transmitir una imagen al exterior de nuestras fronteras de un Estado catalán ‘autosuficiente’, instrumentalizando para ello sin ningún tipo de reparo la seguridad pública, asumiendo por ende los errores y las consecuencias que de esta praxis pudieran derivarse”.
En su comunicado, exponen algunos ejemplos de la marginación que, dicen, han sufrido. Entre ellos, el hecho de que los TEDAX de la Guardia Civil no hayan podido acceder a la casa de Alcanar tras la explosión.
Uno de los puntos más controvertidos ha sido la de admitir en el comunicado que sabían que el imán de Ripoll era discípulo de uno de los principales detenidos en la operación de la Policía Nacional contra el terrorismo yihadista ‘Chacal I’ en el año 2007. Algunos han visto en esta confesión una culpa, por no haber comunicado a los Mossos esa relación, aunque los sindicatos aseguran que ha sido porque no han querido escucharles ni colaborar.