Más Madrid y su candidata, Mónica García, han logrado un histórico ‘sorpasso’ al PSOE en las elecciones autonómicas de este martes, convirtiéndose en la primera fuerza política de la izquierda madrileña, si bien su ascenso ha quedado deslucido por la aplastante victoria del PP de Isabel Díaz Ayuso.
Por un exiguo margen de unos 4.000 votos, ha sido una escisión de Podemos la que ha conseguido en Madrid aquello a lo que aspiró, sin éxito, el partido de Pablo Iglesias: imponerse al aparato socialista y colocarse como primera opción en el espectro de la izquierda.
Tras unas elecciones marcadas por su interpretación en clave nacional, uno de los mayores vencedores ha sido precisamente el partido con menos intereses cruzados allende las fronteras de Madrid, como es el partido Mónica García.
Más Madrid se consolida y los resultados avalan su decisión de no concurrir con Unidas Podemos a estos comicios; ahora Iglesias está en la puerta de salida de la política y Más Madrid se presenta como la esperanza del bloque progresista en la región.
Ese carácter de formación netamente madrileña ha sido una de las bazas más empleadas por García en una campaña en la que ha jugado constantemente entre la negativa a ser partícipe del «fango» y el «ruido» y los continuos ataques a Ayuso y a la candidata de Vox, Rocío Monasterio, destinatarias de sus dardos en cada una de sus intervenciones públicas.
Oposición de dos años
Las urnas dejan a García como líder de la oposición a Ayuso, rol que la candidata ha reclamado inmediatamente en su primera comparecencia con los resultados sobre la mesa.
«Esta noche se demuestra que hay un espacio político verde, feminista y madrileño que no sólo se consolida, sino que además tiene un amplio margen de crecimiento», ha dicho García, que se ha arrogado «el compromiso y la responsabilidad de ser la fuerza política que lidere la alternativa y el cambio en la Comunidad».